Sí. Cuando los distritos eligen utilizar el modelo de discrepancia, los niños más pequeños, entre el jardín de infantes y el segundo grado, experimentan dificultades para calificar debido a que las pruebas de logros para tales niveles de grado, a menudo no reflejan las dificultades del niño. Además, los niños que obtienen bajo puntaje en la prueba de inteligencia también son penalizados, debido a que es difícil descubrir una “discrepancia grave” entre la capacidad y los logros. Por otra parte, conforme a estos criterios, los niños más inteligentes son más propensos a demostrar una discrepancia entre el desempeño académico y sus potenciales.